El futuro no está en el calendario, es lo que da sentido a lo cotidiano. Llevar adelante un proceso de transformación requiere una articulación entre los resultados visibles a corto plazo (motivación) y el impacto del proceso a largo plazo (inspiración). La motivación se relaciona con los efectos de lo nuevo en el presente; la inspiración se refiere a las aspiraciones de lo nuevo en el futuro. El entusiasmo por los cambios visibles refuerza el compromiso. Por otro lado, el impacto de estos cambios en el tiempo sostiene la inspiración porque le da sentido a las decisiones que debes asumir cotidianamente para sostener el proceso.Los verbos que usas para acercarte a nuevas realidades pueden generar una curiosidad que te mueve hacia el entusiasmo y la exploración, o pueden causar una resignación pasiva que te deja atrapado en la frustración y la inercia.
La transformación implica que lo nuevo tenga permanencia en tu vida. Cuando lo nuevo entra en tu paisaje, cambia la forma de tus realidades cotidianas. Sin embargo, esto no significa un entretenimiento, es una decisión personal que debe llevarnos a nuevas dimensiones. Debes sostener esta decisión con dedicación personal; no hay posibilidad de transformación sin compromiso.

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Trazar un horizonte inspirador

El cambio es una invitación a hacer posible lo nuevo en tu vida.

La creatividad del modo de adaptación humano tiene sus límites o potencialidades en propósito que les da sentido a sus vidas. En las personas, el propósito surge de una definición que le da significado al futuro en sus vidas. El propósito genera la fortaleza personal necesaria para explorar nuevas realidades porque enmarca el futuro y le da sentido a la dirección y las implicaciones del proceso de cambio. Sin un futuro (propósito) con el cual contrastar nuestra existencia, nos quedamos atrapados en un paisaje bloqueado en el pasado. Sin inspiración, quedamos presos de las limitaciones. El futuro da sentido al presente.

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Fortalece la determinación emocional

El diálogo con el cambio determina la permanencia de lo nuevo.

La inestabilidad, a menudo, es el primer paso para entrar en otras realidades. El diálogo con la inestabilidad transforma la turbulencia emocional del cambio y permite que estas emociones no bloqueen la posibilidad de explorar algo nuevo. La determinación emocional crea las condiciones de resiliencia para enfrentar desafíos. De lo contrario, puedes abandonar el proceso debido al miedo a lo desconocido, o no puedas sostener compromiso y regreses al paisaje habitual sin asumir mayores riesgos. La confianza reduce los niveles de estrés; esto permite explorar nuevas realidades basadas en el entusiasmo en lugar de la sospecha o la paranoia.

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Hoja de ruta

Sutilezas transformadoras para posibilitar el cambio.

Despliega tu inspiración. Identifica las palabras que hacen visible lo invisible y te mueven hacia nuevos descubrimientos.
Atrapa lo inesperado. Necesitas crear una estructura para sostener lo nuevo que puedas incorporar a tu vida.
Recupera tu espacio interior. Cuídate de las situaciones que invaden tu espacio interior y transforman el cambio en un entretenimiento pasajero.
Diversifica las respuestas. No te aferres a un modo único de respuesta, porque las diferentes situaciones exigen diversidad de reacciones.
Transforma el desaliento. Rescata un aspecto positivo de tus experiencias transformando el desaliento en otro tipo de emociones.
Trae el futuro al presente. El futuro es lo que da sentido a tu camino, da sentido al presente y recrea el pasado.